lunes, 21 de abril de 2008


Dietrich Brito participa en programa social del Hogar de Cristo
Joven penquista representa a Chile en
encuentro latinoamericano de ONGs


* Líder juvenil del sector Cerro La Pólvora de Concepción viajará a México para intercambiar experiencias del trabajo realizado en materia de infancia y juventud.
* Su sueño es ser asistente social y trabajar para mejorar “las injusticias sociales que hoy existen en el país”.

De apariencia tímida, simpática y relajada es Marcel Dietrich Brito Bravo (16), el joven penquista que pasó de ser un líder innato del sector Cerro La Pólvora de Concepción, a transformarse en el delegado nacional de la Red de ONGs de Infancia y Juventud, que representará a Chile en el encuentro latinoamericano a desarrollarse esta semana en Querétaro, México.
A Marcel le gusta que le digan Dietrich y así también lo hace su familia, amigos y conocidos. Dice que le da más personalidad, la misma que poco a poco comienza a mostrar, a medida que se profundizan los temas con él. Cuenta con orgullo algo de su historia como líder de la ONG de Infancia y de su paso por el Centro Infanto Juvenil (CIJ) que el Hogar de Cristo tenía en el Cerro La Pólvora hasta fines del año pasado, y que hoy se amplió para trabajar en todo el sector de Barrio Norte bajo el nombre de Proyecto de Intervención Breve (PIB).

Hace tres años Dietrich se vinculó con el Hogar de Cristo y desde un principio destacó por sus inquietudes y ganas de participar en los talleres y distintas actividades que se generan en el proyecto social. Es así como ha viajado a varias ciudades de Chile para asistir a reuniones como representante del Hogar de Cristo ante la Red de ONGs de Infancia y Juventud. “Me ha tocado exponer temas de educación y justicia que son las áreas que más me interesan en lo personal”.
Su destacada participación a nivel nacional lo llevó a ser escogido por la Red como el representante chileno que viajará a México, con todos los gastos pagados por la organización del Foro, junto a David Órdenes, coordinador de la ONG “La Caleta” de Santiago. “Estoy feliz, mis compañeros del liceo no me creían lo del viaje, les tuve que mostrar el pasaporte que saqué para que me creyeran, será una buena experiencia, pero me lo tomo con calma”, dice con seguridad.
Con menos calma y más nerviosismo están los padres de Dietrich con este viaje. La mamá, Virginia, cuenta que la noticia la recibieron recién el martes pasado “fuimos al tiro a contarle a Juan (el padre) para que comenzáramos los trámites de la autorización”.
La familia de Dietrich es de mucho esfuerzo. Virginia trabaja algunos días de la semana como asesora del hogar en Lomas de San Sebastián y el padre de familia es carpintero sin trabajo estable, “pasamos semanas a puro arroz con papas, pero tenemos siempre harta fe en que el trabajo no faltará”, cuenta este papá que está orgulloso de su hijo. “Le gusta harto el tema social, también la política, por eso debo estar encima de él para guiarlo… porque a veces alguien se lo puede llevar por el mal camino y cambiar sus intereses”, dice Juan Brito.
Además de los temas de educación y justicia social que cautivan a Dietrich también tiene pasatiempos. Le gusta jugar fútbol, admira al jugador de River Plate Alexis Sánchez, y su otra pasión son los bomberos. Es cadete de la Novena Compañía de Bomberos de Concepción y desea hacer carrera dentro de la institución.
En materia de estudios, cursa segundo medio en el Liceo Polivalente del sector Camilo Henríquez y le gustan los ramos de Educación Física y Artes Visuales. Una vez terminado el liceo, desea entrar a la universidad a estudiar Servicio Social, “ojalá fuera de Chile” dice sin tapujos este joven que cree que con perseverancia todo se puede. “Mi lema de vida es si no me sale, sigue intentándolo”. Para él la clave en la superación de la pobreza y desigualdad está en las oportunidades que se les entreguen a las personas de escasos recursos y también en saber aprovecharlas. Lo mismo piensa con respecto a la realidad que el mismo aprecia a diario: el consumo de drogas entre los jóvenes. “Cerca de mi casa venden y consumen droga, si usted me pregunta cómo me mantengo al margen es porque creo que todo está en uno. Además yo pienso que jamás me gustaría andar como los veo a ellos (jóvenes drogados)”.

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